viernes, 24 de septiembre de 2004
¿Dónde estás?
Como creerme que tienes máquina en vez de corazón,
que tintineas al compás del desagravio ,
de la desventura,
de la mala suerte. De igual modo,
tengo que robar ideas e inspirarme para continuar,
coger de aquí y de allá
cualquier cosa vale para darle gusto a mi cabeza.
Ahí va mi pensamiento como puede, como me dejan, como me permito. Ahora, como si todo fuera viejo te miro
cada vez con más sorpresa del aguante,
de las ganas de vivir que el cuerpo muestra, si se le alimenta.
Cada vez suelto más cuerda para alejarme
y aún no dejo de esforzarme por soñarte.
Quizás la noche se muestre complaciente
y entre sueño y sueño
me cantes una canción.
Yo te espero mientras me duela tanto.