Al esconder lo más íntimo de nosotros desbordamos lo insoportable del ser, cruzamos espacios vacíos, llenando de incomprensión cada paso y cada acto, sin salidas no queda nada que dar. Contaremos hasta quince a los pies de una estación sorteando cada tren. Si fallan los píes y no somos rápidos podremos juzgarnos en otro lugar, veremos quien esta en lo cierto.
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