Al esconder lo más íntimo de nosotros desbordamos lo insoportable del ser, cruzamos espacios vacíos, llenando de incomprensión cada paso y cada acto, sin salidas no queda nada que dar. Contaremos hasta quince a los pies de una estación sorteando cada tren. Si fallan los píes y no somos rápidos podremos juzgarnos en otro lugar, veremos quien esta en lo cierto.
Etiquetas: invierno
eso suena a recovecos interiores... con destino fatal... es hermoso urgar entre el alma verdad? ... lo hace s de maravilla sigue con este estilo.. saludos